Este 12 de mayo, se festeja en todo el mundo, año a año, el Día Internacional de la Enfermería.
Como todos tenemos claro, la pandemia de COVID-19 cambió las políticas y el futuro de las discusiones en torno a las políticas de la formación de los recursos humanos para la salud. No sólo a nuestro colectivo profesional, sino a la necesidad universal de proteger e invertir en todas las carreras que participan en la capacidad de preparación y respuesta de los sistemas que se relacionan con la salud.
Nosotros debemos tomar conciencia y asumir la responsabilidad de hacer oír nuestra voz, generar los espacios de discusión con referencia al sistema de salud, a la formación y a las condiciones sanitarias laborales que nos atraviesan.
La OMS en año 2021 aprueba un documento que orienta estratégicamente en cuatro áreas de interés político: educación, empleos, liderazgo y prestación de servicios.
1. Formar a suficientes profesionales de Enfermería con competencias para satisfacer las necesidades de salud de la población.
2. Crear puestos de trabajo, gestionar la migración, contratar y retener a este personal allí donde más se necesita.
3. Reforzar el liderazgo de la enfermería en los sistemas sanitarios y académicos.
4. Garantizar que este personal esté apoyado, respetado, protegido, motivado y equipados para contribuir de forma segura y óptima en sus entornos de prestación de servicios.
Cuando nos permitimos participar, pensar y elaborar, se nos abren nuevas puertas, nuevos desafíos, nuevos espacios de discusión, gestionando nuevos roles en las diferentes áreas sanitarias y de formación.
RECONOCER-CONFIAR-VALORAR-INVERTIR EN ENFERMERIA
Lic. Liliana Liberati
Directora de Departamento de Enfermería.
Facias. Uncoma